domingo, 24 de enero de 2016

Coherecia

Hoy ando preguntándome hasta qué punto vivimos las vidas que deseamos vivir. 

Cómo hemos llegado al punto en el que nos encontramos ahora. 

Cuánto de todo lo que somos, y lo que tenemos, es aquello que realmente queremos en nuestro interior, o que nos ha venido impuesto desde un sistema exterior. 

Estamos haciendo lo que realmente nos hace felices, o simplemente nos hemos dejado llevar por los dictados de la sociedad, de nuestra educación, de nuestro entorno, de nuestra familia, del sistema. 


Cuando me levanto cada mañana, para hacer mi trabajo, hasta qué punto eso es lo que realmente me hace feliz, por  qué lo hago. 


Soy feliz con la vida que estoy viviendo, o simplemente estoy sobreviviendo, porque tengo facturas que pagar, porque quiero una casa, porque estamos sumidos en una crisis, por qué no tengo más opciones.


Me planteo, que tipo de madre quiero ser. Quiero que mis hijos tengan una madre amargada, que no vive en coherencia, que cada mañana se levanta para trabajar en algo que no le gusta, para traer dinero a casa, y comprarles ropa y juguetes. Que de lunes a viernes viva sin tiempo, estresada, preocupada, vacía, sin ser feliz, y los fines de semana angustiada de que llega el domingo, y no ha tenido el tiempo suficiente para disfrutar. 


O acaso prefiero que mis hijos tengan en mi un ejemplo de valor, de determinación, de seguir su corazón, de hacer lo que realmente les gusta, y de que se puede y se debe ser feliz. 


Quiero ser una madre que le de dinero a sus hijos, o que les de vida. 
Y cómo puedo dar un ejemplo de vida y de felicidad, sin tener yo eso mismo.

Hasta que punto nos dejamos arrastrar por nuestros miedos a no ser capaces, a que no se puede vivir de otra manera que no sean "la correcta", que no sea la que se espera, la que nos han enseñado, haciendo algo que no nos gusta, porque que todo es muy difícil, muy sacrificado, muy doloroso, muy complicado.


Hasta lo que sabemos, por el momento, solamente tenemos una única vida. Cómo queremos gastarla. Cómo la estamos gastando. Por qué lo hacemos de esta manera. Quién nos ha enseñado que esto es lo correcto. Que esto es lo único que podemos hacer. Cómo nos sentimos realmente.


Cuánto estamos dispuestos a arriesgar por ser felices. Cuánto de lo que tenemos estamos dispuestos a soltar. Cuánto confiamos en la vida y en nosotros mismos.


¿Realmente estamos convencidos que no hay otras maneras, que esto es lo único posible?

¿Los sueños, sueños son?

¿A qué he venido aquí? 

Si mañana muero, ¿cómo fue mi vida?, ¿me satisfizo?
¿Estoy dando todo lo que yo puedo dar?
¿Estoy haciendo sólo lo único que puedo hacer?
¿O solo lo hago por miedo?

¿Quizás sería más feliz de otra manera?


Coherencia: lo que sientes, lo que piensas, lo que dices y lo que haces, están alineados, están en armonía.


Tengo 32 años. ¿Estoy siendo coherente?



8 comentarios:

  1. Hola.
    A veces puedeser imposible hacer lo que nos gusta.
    Intenta transmitirles a tus hijos amor y por otra parte agradece teber trabajo.
    Porque tal y como estàn las cosas que es un bien tan escaso es para estar agradecidos.
    Si te puedes permitir no trabajar y así poder estar màs tiempo con tus hijos pués permitetelo.

    Tus hijos dupongo qye necesitaran alimento ,ropa y vivienda . Y esas cosas no suelen ser gratuitas en muestra sociedad.

    Lo demás lo espiritual se lo puedes proporcionar de todas maneras von o sin trabajo con o sin ingresos económicos pero estàs cosas no es común que las regslen.

    Quizás me he extendido mucho en mi comentario. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amapola, mil gracias por tu comentario, nunca pienses que sea demasiado extenso.

      En realidad, aún no soy madre. Esto es una reflexión, como tantas otras, que me he permitido compartir.

      Siempre hay que estar agradecidos, no sólo por el trabajo, sino por cada una de las cosas que tenemos en nuestras vidas. SIEMPRE. Agradecer es algo muy importante, debemos pensarlo cada día.

      Claro que todos necesitamos comida, ropa, vivienda... Son nuestras necesidades primarias (véase Pirámide de Maslow)

      Es cierto que las cosas están mal, soy muy consciente de ello. Créeme que he viajado a lugares donde incluso están todavía peor que aquí...

      Mi reflexión pretende tener un enfoque algo más profundo. Todos tenemos miedo respecto de no tener la capacidad (económica) de cubrir las necesidades, y está claro que no vamos a dejar de trabajar para irnos a pedir al metro... Pero siempre hay maneras de mejorar, y esto es SIEMPRE, por difícil que nos parezca, yo creo que es importante no abandonarnos a nosotros mismos, siempre tenemos que pensar que podemos mejorar una situación en la que no estamos siendo felices...

      Por que no solo estamos aquí para comer, y pagar las facturas... Es necesario que reflexionemos también acerca de nuestras necesidades espirituales o internas (o como prefieras denominarlas)... No podemos olvidar esa parte de nosotros, por muy difíciles que nos vengan las cosas en la vida...

      Yo intento pensar siempre así, aunque es cierto que no puedo "quejarme" de mi situación, pues si me comparo con muchas otras personas, soy muy privilegiada...

      Y por eso quizá tengo la suerte, o la energía suficiente, para poder plantearme todas estas cosas... Comprendo que personas en situaciones mucho más difíciles tengan otras cosas de las que preocuparse primero...

      Yo ahora puedo hacerlo. Quizá porque aún soy joven, porque tengo mucha suerte, y porque aún no tengo responsabilidades mayores (como los hijos...)

      Creo que es bueno que haya personas cuyas reflexiones remuevan nuestras conciencias... Sino seriamos unas simples máquinas, unos robot al servicio del sistema...

      Muchas gracias por visitarme, espero verte más veces por aquí... :)

      Eliminar
  2. Me parece estupendas estas reflexiones, yo desde luego también me las he hecho muchas veces.

    Es imprescindible tener nuestras necesidades cubiertas, lo que ocurre es que estamos inmersos en la sociedad de consumo y quizás esas "necesidades" se nos disparen.

    Se han inventado esta crisis, y otras anteriores, y otras que vendrán porque lo que quieren es que nos ocupemos solo de eso, de poder superar cada crisis que nos imponen y poder consumir, que no tengamos tiempo para pensar, ni para ser creativos, porque eso es muy peligroso para ellos, lo mismo nos da por no consumir tanto y se les jode el invento.

    Desde mi experiencia te digo que no nos queda otra cosa que hacerlo todo de una forma combinada, es decir, tenemos que trabajar, y pobre de aquel que no pueda, que por desgracia son muchos, pero tenemos que luchar por "producir" menos y vivir más, luchar por disponer más de nuestro tiempo, y eso es luchar por otro mundo mucho más justo, creo que ese es el único futuro posible.

    Es bastante complicado, nos lo ponen difícil, pero hay que ser transgresor con las normas establecidas, e intentar educar a nuestros hijos con valores éticos que respeten a las personas y al planeta.

    Ser madre es una tarea muy, muy difícil porque hay que saber equilibrar muchos elementos, pero al fin y al cabo es la lucha por la supervivencia de la especie, y también es muy satisfactoria, pero no tiene sentido si no sabemos transmitir esos valores que el sistema nos quiere hacer olvidar, y es por lo que merece la pena tanta lucha a lo largo de nuestra vida.

    También entre tanto hay que aprender a disfrutar de cada faceta y cada etapa de nuestra vida, porque en su conjunto resulta fascinante y emocionante baila o muere.

    En resumen...nunca dejes de bailar.
    Besitos.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encanta.

      Siempre infinitamente sabia, mamoska...

      Eliminar
    2. Me encanta.

      Siempre infinitamente sabia, mamoska...

      Eliminar
  3. "Zapeando por los blogs", he encontrado este poema, y quería regalártelo porque me ha gustado mucho.

    Besos cariño.

    Ser feliz.

    Diecinueve treces pensando que hago lo correcto
    que aunque a veces duele y a veces no quiero
    me he demostrado a mi mismo que es lo mejor,
    hacer lo que uno piensa aunque parezca peor.

    Las promesas que me hice y no he cumplido,
    la cara que se te queda cuando un amor no es correspondido.
    Los domingos que dije que iba a cambiar
    y los lunes en los que todo seguía igual.

    Yo solo quiero reír, recordar lo que sentí.
    Yo solo quiero repetir, quiero ser feliz.

    Sin embargo, ser feliz trae consecuencias
    que a larga llamamos experiencias,
    estar triste, furioso, serio, tener miedo, llorar
    no lo parece, pero están conectadas con la felicidad.

    Volver a ser yo, sobre-escribirme.
    Emocionarme con mis aficiones de nuevo,
    parecer que sigo siendo un niño pequeño
    y no tener una personalidad a la que ceñirme.

    Yo solo quiero reír, recordar lo que sentí.
    Yo solo quiero repetir, quiero ser feliz.

    Quien sabe lo pasará.

    No hay nada escrito en el libro.
    Es normal que el destino no quiera decirlo.
    Yo tampoco deseo leer el final antes de empezar.

    Deseo leer el siguiente capítulo de mi vida por una razón, se titula "Ser feliz"


    David Vicente Alamillo
    Sr.Barbudo.

    ResponderEliminar
  4. Que bonito, me ha gustado mucho. Muchas gracias mamoska

    ResponderEliminar
  5. Una franca invitación a hacer una profunda reflexión, a partir de estas preguntas que planteas.
    Un beso.

    ResponderEliminar